martes, 21 de enero de 2014

Queso y vino: bocado divino

¿Que tal una cena que nos transporte a la campiña francesa, castillo y viñedos de fondo incluidos? ¿Apetecible?  
Os propongo un mantel de cuadros, vinos ricos, una tabla de quesos variada, buena compañía y ya tenemos ¡la cena perfecta!


























Aquí van unos buenos consejos para convertir una sencilla tabla de quesos en un éxito.
Pondremos una mezcla de quesos duros y blandos, por ejemplo: un queso suave salado fresco como el queso de cabra, seguido de un queso semisuave fresco de vaca como el Crescenza, después un queso con moho como el Camembert, un semiduro Gouda, un queso duro añejo y por último, un queso azul intenso.
A la hora de comerlos, os recomiendo empezar por los quesos frescos, siguiendo con los de sabor medio y terminando con los fuertes.

¿Cómo combinarlos con los vinos? 
Como norma general: un queso de sabor muy complejo no se debe acompañar con un vino igualmente complejo. A un queso intenso le va bien un vino joven y viceversa.
Para evitar tener un vino para cada queso, si organizáis una cena pequeña e informal, os recomiendo un par de tintos no muy conocidos pero deliciosos: Musseum (denominación de origen Cigales) y Zuazo Gastón crianza (denominación de origen Rioja).

Si queréis hacer una cata más seria, aquí os dejo las directrices a seguir para acertar con las combinaciones:
Los quesos azules se asocian con tintos robustos y estructurados.
Los quesos de cabra con vinos blancos secos y afrutados.
Los quesos de pasta blanda y corteza enmohecida, como el Brie o el Camembert, se pueden acompañar con blancos estructurados con cierta acidez o tintos jóvenes ligeros y frescos.
Los quesos de pasta prensada cruda con tintos de crianza ligeros.  
Los de pasta prensada cocida, como el Emmental o el Comté, van bien con vinos blancos muy aromáticos y suaves o bien tintos ligeros y poco ácidos

Acompañaremos los quesos y los vinos con una cesta con distintos tipos de pan: pan de cereales, baguette, grisines y pan de centeno (un pan negro ideal para acompañar quesos de sabor fuerte).

Aunque rompa un poco la visión de la campiña francesa, yo siempre añado un plato de jamón ibérico con regañás que nunca está demás, ¿no os parece?

Bon appetit!

3 comentarios:

  1. ¡Qué hambre me ha entrado!¿Lo pintas todo tan rico! Ñam, ñam!!

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  2. Genial!!! Esta me la apuntas para cuando nos veamos. Mil besos

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    1. Claro que si! Ya se que a ti lo que más te gusta de la matanza es el queso, jajajajajajajajajaja. Un besazo.

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