jueves, 1 de agosto de 2013

Michelada y un par de tequilas en La Taquería de Birra

Michelada

cerveza clara
1 rodaja de limón
el zumo de 2 limones recién exprimidos
2 golpes de jugo Maggi
2 golpes de salsa inglesa
1 golpe de Tabasco
pimienta, sal y hielo

Se moja el borde de un vaso largo con las rodaja de limón y se escarcha con sal, después se ponen dentro todos los ingredientes, excepto la cerveza, se mezcla y cuando está listo, se añade la cerveza poco a poco.


En México, la michelada se considera un excelente remedio para la resaca. La leyenda de su creación apunta al Club Deportivo Potosino, en la ciudad de San Luis de Potosí. Allí, un socio llamado Michel Ésper pidió un bloddy mary, el camarero se equivocó y le añadió cerveza. La combinación le gustó tanto que la pedía siempre que pasaba por allí. Como la tomaba en una copa llamada chabela y con mucho hielo, algo poco común en esa época, los lugareños decían "una chilled (congelado) en chabela" o "una chilled de Michel", que terminó por llamarse "mi chela helada". Hoy es una de las bebidas más consumidas en México.
Esta leyenda está sacada del libro "El Caso Tequila", novela negra escrita por F.G. Haghenbeck, que narra una historia ficticia de Johnny Wismüller (protagonista de Tarzán) en Acapulco.

Conociendo su historia y con esa combinación de ingredientes, probar la michelada es toda una experiencia.


Y hablando de bebidas mejicanas, no me puedo olvidar de uno de los mejicanos que más me gusta en Madrid: La Taquería de Birra en la Plaza de las Comendadoras. 


 











La comida está buenísima, los camareros son muy alegres y el ambiente es muy mejicano, como tiene que ser.

Recuerdo la primera vez que estuve allí, hacía poco que conocía al que ahora es mi marido y fuimos a cenar a la terraza de La Taquería y de repente, ¡horror!, tres mariachis rondando nuestra mesa cantándonos rancheras con toda la gente mirándonos (jamás he vuelto a ver mariachis por alli, qué mala suerte la nuestra). Nos dio tanta vergüenza que tuvimos que tomarnos unos tequilas para pasar el trago. Desde entonces, siempre que vamos, toca tomar un tequila sin excusa. Esta última vez, cometí el error de pedirle a Enrique que me hiciera unas fotos cuando ya se había tomado el suyo, otra vez ¡el horror! En esta ocasión en forma de foto ;)

 



Si después del picante y los tequilas queréis despejaros tomando unas copas sin moveros de la zona, las terrazas de la calle del Cristo son una opción muy agradable. La calle es estrecha y peatonal, sale de la misma Plaza de las Comendadoras y suele tener bastante ambiente hasta la 1:30 que cierran los bares.


 












Estas terrazas también están muy bien para tapear por la noche en verano o a mediodía en primavera o en otoño.




Viva Méjico lindooooo!!!

2 comentarios:

  1. Conozco esta Taquería y las calles adyacentes con mucho ambiente!!!
    Gracias por recordármelo y describirlo todo tan a atractivamente.

    ResponderEliminar